No, no voy a escribir sobre el Uruguay - Argentina que está a punto de comenzar.
Lo haré de un enfrentamiento del que poco o nada se ha escuchado o leído en los medios de comunicación, ni siquiera en los especializados, una eliminatoria que decide nada más y nada menos que una plaza mundialista.
Estamos hablando de la que enfrenta al Nueva Zelanda, combinado ganador de la fase de Oceanía, toda vez que Australia ha pasado a competir en la AFC, y a Bahrein, equipo que logró la clasificación para el play-off definitivo en el último minuto ante Arabia Saudí.
Antes de nada señalar que, en mi opinión, el nuevo formato de la fase de clasificación de la OFC, con Australia jugándose el pase en Asia, resulta de largo más atractivo para el aficionado pues permite ahorrarnos la obviedad que supone ver a Australia conseguir el primer puesto en la fase de clasificación del continente insular y da la oportunidad en este caso a Nueva Zelanda de batirse frente al quinto clasificado del grupo asiático.
En el partido de ida del play-off final, disputado en Manama, Bahrein mereció más que los oceánicos, sobre todo en la segunda parte, pero el conjunto de Milan Máčala, un trotamundos a imagen y semejanza de Bora Milutinovic, no supo materializar las ocasiones de que dispuso (alguna a puerta vacía como la de Salmeen en el 75’) convirtiendo a Mark Paston, el veterano portero de 32 años neozelandés, en la indiscutible figura de la noche. Fue de esos partidos en los que a medida que las ocasiones de gol son más y más claras, más convencido estás de que acabará sin goles. La propuesta futbolística neozelandesa en ataque consistió en colgar balones, incluso en los saques de banda, hacia Chris Killen y Shane Smeltz (mejor jugador de Oceanía de 2007 y 2008, máximo goleador del campeonato local y gran esperanza neozelandesa para el partido de vuelta).
Del encuentro podemos extraer varias conclusiones:
El nivel de Nueva Zelanda no está tan alejado del de los equipos asiáticos de, por así decirlo, segundo nivel. Pues por segunda vez este año los All White arrancaron un empate sin goles ante un rival asiático, tras el cosechado ante Irak en la Copa Confederaciones.
En segundo lugar, la escasa capacidad goleadora neozelandesa puede resultar un hándicap para sus posibilidades de éxito en el encuentro de vuelta, no en vano Los All White no han conseguido un solo gol en los últimos cuatro partidos oficiales que han disputado (ante España, Sudáfrica, Irak y Bahrein).
Por tanto, aunque Herbert haya logrado conformar un grupo que tácticamente sea capaz de mirar de tú a tú a equipos de más calidad y experiencia en el concierto internacional, lo cierto es que dispone de un equipo asombrosamente plano, sin ningún jugador que marque la diferencia en cualquier aspecto del juego.
Es, en consecuencia, digno de alabar que su seleccionador, con los escasos mimbres de los que dispone, haya podido construir una silla que apenas cojee por lado alguno, aunque, por desgracia para él, no le llegue para un sillón en el que puedan reposar sólidas esperanzas de clasificación mundialista
No es de extrañar, por consiguiente, que Herbert, miembro del combinado que acudió a la cita mundialista de España’82 y seleccionador de los All Whites comentara tras el encuentro que esperaba una derrota.
¿Se clasificará Nueva Zelanda para su segundo Mundial o se convertirá Bahrein en el país más pequeño que jamás haya logrado el billete mundialista? La respuesta el próximo 14 de noviembre en Wellington.
Yo apuesto por Bahrein.
Señores, empieza el Uruguay – Argentina, disfrutemos.
Estamos hablando de la que enfrenta al Nueva Zelanda, combinado ganador de la fase de Oceanía, toda vez que Australia ha pasado a competir en la AFC, y a Bahrein, equipo que logró la clasificación para el play-off definitivo en el último minuto ante Arabia Saudí.
Antes de nada señalar que, en mi opinión, el nuevo formato de la fase de clasificación de la OFC, con Australia jugándose el pase en Asia, resulta de largo más atractivo para el aficionado pues permite ahorrarnos la obviedad que supone ver a Australia conseguir el primer puesto en la fase de clasificación del continente insular y da la oportunidad en este caso a Nueva Zelanda de batirse frente al quinto clasificado del grupo asiático.
En el partido de ida del play-off final, disputado en Manama, Bahrein mereció más que los oceánicos, sobre todo en la segunda parte, pero el conjunto de Milan Máčala, un trotamundos a imagen y semejanza de Bora Milutinovic, no supo materializar las ocasiones de que dispuso (alguna a puerta vacía como la de Salmeen en el 75’) convirtiendo a Mark Paston, el veterano portero de 32 años neozelandés, en la indiscutible figura de la noche. Fue de esos partidos en los que a medida que las ocasiones de gol son más y más claras, más convencido estás de que acabará sin goles. La propuesta futbolística neozelandesa en ataque consistió en colgar balones, incluso en los saques de banda, hacia Chris Killen y Shane Smeltz (mejor jugador de Oceanía de 2007 y 2008, máximo goleador del campeonato local y gran esperanza neozelandesa para el partido de vuelta).
Del encuentro podemos extraer varias conclusiones:
El nivel de Nueva Zelanda no está tan alejado del de los equipos asiáticos de, por así decirlo, segundo nivel. Pues por segunda vez este año los All White arrancaron un empate sin goles ante un rival asiático, tras el cosechado ante Irak en la Copa Confederaciones.
En segundo lugar, la escasa capacidad goleadora neozelandesa puede resultar un hándicap para sus posibilidades de éxito en el encuentro de vuelta, no en vano Los All White no han conseguido un solo gol en los últimos cuatro partidos oficiales que han disputado (ante España, Sudáfrica, Irak y Bahrein).
Por tanto, aunque Herbert haya logrado conformar un grupo que tácticamente sea capaz de mirar de tú a tú a equipos de más calidad y experiencia en el concierto internacional, lo cierto es que dispone de un equipo asombrosamente plano, sin ningún jugador que marque la diferencia en cualquier aspecto del juego.
Es, en consecuencia, digno de alabar que su seleccionador, con los escasos mimbres de los que dispone, haya podido construir una silla que apenas cojee por lado alguno, aunque, por desgracia para él, no le llegue para un sillón en el que puedan reposar sólidas esperanzas de clasificación mundialista
No es de extrañar, por consiguiente, que Herbert, miembro del combinado que acudió a la cita mundialista de España’82 y seleccionador de los All Whites comentara tras el encuentro que esperaba una derrota.
¿Se clasificará Nueva Zelanda para su segundo Mundial o se convertirá Bahrein en el país más pequeño que jamás haya logrado el billete mundialista? La respuesta el próximo 14 de noviembre en Wellington.
Yo apuesto por Bahrein.
Señores, empieza el Uruguay – Argentina, disfrutemos.
El Nueva Zelanda-Bahrein es el partido oficial mas friki de selecciones de los ultimos años! jeje a mi me da igual, siempre voy con las selecciones debiles pero en este choque soy 100% neutral.
ResponderEliminarUn saludo!
muy buenas,
ResponderEliminardesde http://www.deporteindared.blogspot.com/ te damos las gracias por haber escrito y colaborado en una de nuestras informaciones.
Nos hacemos seguidor tuyo y te seguiremos de cerca, esperamos lo mismo de tu parte.
Muchas gracias
Me ha gustado mucho el artículo. ya te he añadido a mis links ;)
ResponderEliminarSaludos!