Los florentinos sostienen con orgullo que de los 1000 artistas más influyentes del segundo milenio, 350 vivieron o trabajaron en Florencia. Últimamente sin embargo, y en lo que a fútbol se refiere, la situación de Florencia es mucho más modesta.
Ser aficionado viola trae consigo saber que tu equipo, en el momento más importante, en ese que aparece cada varios años, ese que marca el límite entre el éxito y el fracaso, te va a fallar.
Ejemplos de esta falta de eficacia en los partidos clave hay varios en los últimos años. Hace dos temporadas, un empate a domicilio en la semifinal de la UEFA ante el Rangers parecía indicar que el conjunto toscano accedería a la 5ª final continental de su historia, pero una fatídica tanda de penaltis en el partido de vuelta se interpuso entre la Fiore y su sueño europeo. El año pasado, sin ir más lejos, en un partido decisivo ante el Milán en la última jornada de liga en el que el conjunto toscano se jugaba entrar directamente a la Champions League los hombres de Prandelli perdieron 0-2 de la peor manera que se puede perder, justamente.
A esta serie de sinsabores cabe añadir, además, el amargo retorno del equipo el año pasado a la Champions League en la que únicamente obtuvo una victoria siendo superado en todo momento tanto por el Bayern como por el OL.
Así las cosas el momento de mayor gloria que el equipo había dado a sus tifosi desde que regresara a la Serie A en 2004 era el tanto conseguido por argentino Osvaldo en el descuento que daba una victoria en Delle Alpi cuya importancia transcendía los tres puntos, pues simbolizó el retorno de la Fiore al grupo cabecero de la Serie A al vencer al eterno rival.
Este año el cuadro toscano se marcó como objetivo conseguir el pase a octavos de final y por ello, después del mal inicio de liguilla ante el OL (otra vez el OL) el partido ante el Liverpool en el Artemio Franchi se convirtió en una suerte de todo o nada para los viola a imagen y semejanza del encuentro de la temporada pasada ante el Lyon de Benzema, en el que el cuadro francés resolvió el partido y la clasificación con una facilidad pasmosa.
Esta vez todo fue distinto, el protagonismo que el año pasado tuvo Karim, le fue cedido, por fin en un partido cumbre, a un jugador local, la estrella emergente viola Stevan Jovetic. Sus dos goles ante el conjunto de Merseyside no hacen más que refrendar el impecable inicio de temporada del montenegrino y empiezan a dar la razón de los que ya el año pasado veían a Jo-Jo como el sucesor, a corto plazo, de Mutu como ídolo para los tifosi.
¿Será Jovetic el primer artista de la Florencia del III milenio? ¿Seguirá siendo en los próximos años el Artemio Franchi el museo donde el montenegrino cree y exponga sus obras de arte?
Parece complicado porque los Medici que hoy en día apoyan a los virtuosos de este arte llamado fútbol se encuentran lejos de Florencia, pero calidad y talento, sin duda, no le faltan.
A esta serie de sinsabores cabe añadir, además, el amargo retorno del equipo el año pasado a la Champions League en la que únicamente obtuvo una victoria siendo superado en todo momento tanto por el Bayern como por el OL.
Así las cosas el momento de mayor gloria que el equipo había dado a sus tifosi desde que regresara a la Serie A en 2004 era el tanto conseguido por argentino Osvaldo en el descuento que daba una victoria en Delle Alpi cuya importancia transcendía los tres puntos, pues simbolizó el retorno de la Fiore al grupo cabecero de la Serie A al vencer al eterno rival.
Este año el cuadro toscano se marcó como objetivo conseguir el pase a octavos de final y por ello, después del mal inicio de liguilla ante el OL (otra vez el OL) el partido ante el Liverpool en el Artemio Franchi se convirtió en una suerte de todo o nada para los viola a imagen y semejanza del encuentro de la temporada pasada ante el Lyon de Benzema, en el que el cuadro francés resolvió el partido y la clasificación con una facilidad pasmosa.
Esta vez todo fue distinto, el protagonismo que el año pasado tuvo Karim, le fue cedido, por fin en un partido cumbre, a un jugador local, la estrella emergente viola Stevan Jovetic. Sus dos goles ante el conjunto de Merseyside no hacen más que refrendar el impecable inicio de temporada del montenegrino y empiezan a dar la razón de los que ya el año pasado veían a Jo-Jo como el sucesor, a corto plazo, de Mutu como ídolo para los tifosi.
¿Será Jovetic el primer artista de la Florencia del III milenio? ¿Seguirá siendo en los próximos años el Artemio Franchi el museo donde el montenegrino cree y exponga sus obras de arte?
Parece complicado porque los Medici que hoy en día apoyan a los virtuosos de este arte llamado fútbol se encuentran lejos de Florencia, pero calidad y talento, sin duda, no le faltan.
Es leer el blog y entrarme hambre de gol
ResponderEliminarUn saludo desde Cervera (Lleida)
Dará muchísimo de que hablar
ResponderEliminarhola, acabo de descubrir tu blog por tu comentario! la verdad es que Jovetic es un gran jugador, pero a mi me parece que no será un grande, le pasará lo de Modric y similares, más nombre que otra cosa. Aun asi, como Luka, no es ni mucho menos cojo, jeje.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola Ados de Melk, gran blog, me pasaré más a menudo.
ResponderEliminarCreo que este y Jovanovic son el futuro del fútbol serbio. La Fiorentina le va bien siempre tenerle.
Saludos desde
futbol-chicks.blogspot.com